Paradigma sociocritico según Paulo Freire
Paulo
Freire es un pensador comprometido con la vida, no piensa en ideas abstractas,
sino que piensa partiendo de la existencia concreta. Su proyecto educativo, que
parte de la praxis, apunta a crear humanización, a liberar al hombre de todo
aquello que no lo deja ser verdaderamente persona.
Es
consciente de que la sociedad que le toca vivir posee una dinámica estructural
que conduce a la dominación de las conciencias, lo que se traduce en una
pedagogía que responde a los intereses de las clases dominantes. Los métodos
que esta pedagogía utiliza no pueden servir a la liberación de los oprimidos,
sino que más bien pretenden impartir entre éstos, la ley del temor.
El trabajo de Paulo Freire ha sido citado por los educadores
de todo el mundo y constituye una importante contribución a la pedagogía
crítica por su planteamiento teórico: situar a la teoría dentro de la práctica.
En la obra de Freire parece claro que el interés emancipador significa no sólo
que se mezclan los papeles del diseñador e implementador del currículo para
liberar la educación, sino que se resuelve la contradicción educador-educando
al proponer que ambos tienen el derecho y la responsabilidad de contribuir al
contenido curricular (Freire, 1973). Así, estudiantes y educadores se ocupan de
manera conjunta como participantes activos en la construcción del conocimiento.
Esta perspectiva transaccional significa que al hablar de enseñanza debemos
hablar de aprendizaje al mismo tiempo.
Freire
señala con claridad las relaciones entre educación y política, y
consecuentemente, plantea que los actos educativos no son neutrales. Tiene el
mérito de demostrar que la Escuela puede jugar un papel como instrumento
ideológico en la tarea de preservar las condiciones políticas y sociales
dominantes, pero también en mostrar que la misma educación tiene un gran
potencial emancipador: la educación es una vía por excelencia para concientizar
al oprimido de su condición y de las circunstancias en que tal opresión se
produce, a la vez que le puede llevar a descubrir caminos y acciones para la
liberación. La educación vista por Freire, por tanto, es un medio para que la
persona adquiera conciencia de su condición de ser histórico, al visualizar las
relaciones que mantiene con otros sujetos y con el mundo en que se vive. Para
Freire todo acto educativo es un acto político.
El paradigma socio critico
muestra un interés dirigido a las acciones humanas y a la práctica social.
Procura desarrollar el
pensamiento ideográfico es decir que los pensamientos se vean reflejados a
través de la escritura.
Interpreta la realidad de
los autores educativos y aplica sus experiencias para mejorar lo que ya existe.
El paradigma socio critico
como modalidad de investigación cualitativa, destaca la importancia de la misma
para el accionar docente. En tal sentido se transforma como vía para el
mejoramiento de la calidad de la educación, la profesionalización de los
docentes y el cambio educativo en las escuelas
La
propuesta de Freire logra ser eficaz gracias a que este hombre pudo captar la
unidad indivisible que se da entre lo que llamamos la teoría y la práctica. Fue
capaz de desarrollar todo su esfuerzo desde la propia realidad que vivía su
pueblo, realidad concreta y dolorosa, y proyectar una metodología capaz de
responder educacionalmente a los desafíos que ésta le planteaba. Su esfuerzo no
parte de necesidades supuestas por los intelectuales o por aquellos que muchas
veces creemos saberlo todo, sino que por el contrario, parte desde la
manifestación concreta de la realidad, que es la manifestación concreta de los
necesitados.
Estas
consideraciones nos muestran el referente filosófico que las sostiene e
impulsa; "el hombre siendo y con el mundo".
Comentarios
Publicar un comentario